La investigación nos mueve

Sin embargo, países como Japón o Corea del Sur cumplen con esta descripción, y aun así resultan tener altos niveles de calidad de vida y bajos niveles de desempleo en su población. La explicación para la aparente dualidad, está en el reconocimiento del capital más importante y transformador de un país y de sus industrias: su gente.

Los comportamientos organizados hacia la innovación le dan sentido a la investigación como mecanismo fundamental para el aprovechamiento de creatividad, recursos y oportunidades, en una combinación tan particular que posibilitan la creación de capacidades, que, a larga, se traducen en competitividad, productividad y crecimiento económico. Por el contrario, empresas y cooperativas por fuera de rutinas de investigación, son lo que evita que Colombia tenga mayor crecimiento económico, resultando en la relegación respecto a compañías competitivas en mercados Nacionales e Internacionales.

En concordancia con este pensamiento, Ricardo Hausmann, profesor de Economía del desarrollo de la Universidad de Harvard, piensa que la base de economías prosperas, está en la tecnología, expresada en: las herramientas o equipos, los códigos o recetas y el conocimiento tácito o Know-how. Las herramientas y los códigos son fáciles de adquirir o adoptar, el know-how no, pues esté se adquiere paulatinamente, a través de la imitación, la repetición y el error. El know-how es probablemente un recurso que se adquiere solo en rutinas de investigación para innovar, cuando esto no se logra, las empresas generan poca variedad de productos y servicios, que siempre suelen más muy sencillos que los que el ecosistema requiere.

Onnovación entiende su contexto y configura en su ADN el establecimiento de comportamientos organizados para ser fiel a su máxima: encender la innovación. Confiamos en los acuerdos cooperativos de largo plazo, para decidir conjuntamente metas colectivas; pues sabemos de la necesidad de redes abiertas a la información, a los recursos, a las capacidades y a la reputación, para enfrentar las incertidumbres del entorno. Creemos en la horizontalidad en las relaciones sociales, que fomentan la tolerancia, valor necesario para comprender los errores, la experimentación, las ideas novedosas y la autonomía. Y cómo debe su razón a la ciencia y a la tecnología en pro del mayor beneficio para los demás: reconoce la necesidad de genialidad.

La genialidad no es simple, pero se construye. Confiamos en la capacitación como fuerza impulsora de adaptación a las nuevas formas de hacer las cosas, de operar nuevas tecnologías y adquirir estándares de calidad que el consumidor exige, que el estado asegura y la academia supervisa. Confiamos que las competencias personales pueden articularse en la creación de capacidades colectivas para la materialización de una idea innovadora. Finalmente, confiamos en que la pasión que le ponemos a nuestros sueños, son la suerte que se necesita para que las cosas pasen, por eso la ponemos toda.